Desde el estreno de Los Simpson en 1989, algo quedo claro: la animacion no estaba restringida a un publico infantil.

Tener una serie asi en horario estelar (el horario de maxima audiencia) no paso desapercibido.
Bart Simpson se convirtio en un icono de la contracultura... y en la pesadilla de muchos padres de la epoca, con el argumento de que Bart era un mal modelo a seguir.

Pero los padres que se escandalizaron con Bart no estaban preparados para lo que llegaria despues.


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  • Por un lado, se aplaudia la satira social de la serie, pero por otra parte, se criticaba que tocara estos temas y peor aun, que lo hiciera en tono comico y absurdo.

    Este debate temprano ya estaba obligando al publico y a los criticos a preguntarse cuales eran los limites de lo que podia mostrarse en television, y que era correcto decir o no.